y si te amo hasta quedarme sin nombre
qué gritare a mi alma cuando despiertes y te vayas
[un anónimo en mí]
ella lloraba como la luna
algunos días se llenaba de él
otros solo reflejaba parte de sus sonrisas
ella sonreía más fuerte que el sol
sabía cegar con una mirada
–alguna vez jugué a taparla con un dedo
y al verla con solo un ojo
desespere de amor mientras se acercaba–
ella se eclipsaba tanto a la hora de amar
que el mundo mismo parecía más veloz
adecuando cada latido con un parpadeo
–hacía cada movimiento lo más lento creíble–
caía sobre mí como universo entero
e iba muriendo sin ningún silencio en mente
–mujer de gritos astrales–
ella brillaba tanto cuando decía
es mi cuerpo es tu cuerpo
crujamos como el otoño
tornémonos café y leche
pasemos los días repitiendo
– si he de partir que no sea ahora